Historia del Tianguis Artesanal de Domingo de Ramos en Uruapan
URUAPAN, MICH.- En Uruapan, población que sirve de portada a la Meseta Purhépecha, la Semana Santa comienza con una fiesta excepcional: El Domingo de Ramos. En esta fecha, la tradición de las palmas, que da fe de una viva religiosidad popular, se deja acompañar por un colorido mercado que es una delicia para la mirada: aquí y allá vemos puestos con piezas tradicionales de cerámica, lacas, instrumentos musicales , textiles, cestería, máscaras, ollas de cobre..... Todas ellas invitan a que el tacto reencuentre las huellas que han dejado las manos que las crearon, a que descubra los íntimos secretos de la multiplicidad de texturas y material.
El Domingo de Ramos esta también un placer para el paladar, por su amplia convocatoria en materia de gastronomías populares; para el oído, por las diversas músicas de que se impregna el aire, y para el olfato, por el aroma de las flores y los frutos michoacanos. Los trajes regionales constituyen un ingrediente más de esa compleja policromía de sensaciones.
Por su estratégica ubicación geográfica, Uruapan sirvió desde sus inicios como un punto de encuentro para las diferentes comunidades indígenas de la región, aquí intercambiaban sus herramientas, alimentos y bienes de consumo, situación que no cambió con la llegada de los españoles y Don Vasco de Quiroga, quien les enseñó a diversos oficios.
La primera denominación del evento era tan sólo feria del barro y tenía lugar por dos o tres días en la calle de Melchor Ocampo, extendiéndose el Jardín Izazaga, hasta que las autoridades decidieron derribar los antiguos parianes para construir la Plaza Morelos, que los exponentes del oficio y destino de cada pueblo fueron reubicados a la calle 16 de Septiembre, sin embargo, debido a lo alejado del centro de población, comenzaron a padecer la falta de ventas.
Se dice que a finales de los años 50, una persona con visión fue testigo de cómo un inspector cobraba derecho de piso a uno de aquellos indígenas que no tenía recursos y enojado, decidió que ya no volverían a padecer esa clase de abusos, sino que serían reconocidos por el valor extraordinario de sus creaciones.La propuesta fue bien recibida entre otras personas, quienes unieron esfuerzos para concretarla y en 1960 tuvo lugar el primer Encuentro de Artesanos en la Huatápera de Uruapan, antiguo hospital de indios reconocido por los indígenas como centro de reunión. Un grupo de entusiastas calificó aquellas obras de arte elaboradas por apenas una veintena de personas y les entregó premios con recursos aportados por gente acaudalada y de buena voluntad. Este heroico esfuerzo fue la semilla del Concurso de Domingo de Ramos que en el 2014 cumple cincuenta y cuatro años de celebración ininterrumpida.
Con el pasar de los años se unieron a la causa personalidades destacas como el Doctor Daniel Rubín de la Borbolla, antropólogo y museógrafo de talla internacional, quien bajo el gobierno d Gral. Lázaro Cárdenas del Río, se ocupó de los programas pioneros de atención a los pueblos indígenas. El Instituto Nacional de Bellas Artes también se involucró a través del Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (FONART) y a raíz de tan importante evento tomó la decisión de considerar el arte popular mexicano como Arte Mayor.
Tal fue el impacto de la Muestra Artesanal y del Concurso de Artesanías hacia el exterior que en 1970 motivó la creación de La Casa de las Artesanías de Michoacán, orientada a la atención integral de los artesanos del estado y gestionada por el Gobierno del Estado, misma que para exaltar aún más el evento propuso sumarle un concurso más que reconociera los atuendos cotidianos y ceremoniales de los pueblos indios de la entidad, que representan unos de los más ricos en semiótica y colorido de México.
Fuente: www.visitmichoacan.com.mx
López Castro Rafael, Domingo de Ramos en Uruapan Michoacán